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Upala, Costa Rica. Muchas familias pensaron que el huracán Otto no tocaría a Costa Rica, el país había sido bendecido por años sin que uno lo dañara. Pero en medio de la noche, el río que bordea Upala estaba en las casas de los vecinos. Rápidamente algunos de ellos se despertaron con los ladridos de sus perros, otros se pusieron en peligro para protegerlos. Como hacen muchas familias en estas situaciones, las personas arriesgan su propia vida por sus mascotas y animales. En comisión para World Animal Protection documentando la asistencia médica y la entrega de alimentos a los animales afectados en el área.